In Nowhereland.

Love is louder than self-harm.

sábado, 7 de diciembre de 2019

¿Por qué no puedo hablar?

No entiendo por qué me cuesta tanto hilar palabras al hablar. Olvido la palabra precisa, me atropello, pierdo el hilo. Antes siquiera de abrir la boca pienso que no vale la pena intentarlo. No logro transmitir lo que en realidad quiero decir, y de igual forma subestimo al receptor. Doy por sentado que no me va a entender, sin importar si logro armar alguna frase coherente. Prefiero no hablar.

Callo por distintas razones. Callo porque no he logrado darle una forma concreta y recitable a lo que estoy pensando. Callo porque tengo claro lo que quiero decir, pero no he logrado filtrarlo lo suficiente para que no resulte cruel. Callo porque no me interesa la conversación. Me resulta tan banal lo que me dicen, que no vale la pena hacer el esfuerzo de inventar algo para seguir la corriente.

Cuando me pasa esto último, al tratar de bajarme a su nivel, termino diciendo algo que en realidad no pienso. Digo lo que creo que es lo que la otra persona espera escuchar de mí. Un "oh sí, que interesante. Voy a insertar aquí una anécdota que se ajusta al tema de la conversación que quieres llevar a cabo. Pero esta anécdota la estoy contando sumamente mal porque es lo primero que se me ocurrió para llenar un vacío, y que tú puedas continuar hablando acerca de algo que no me interesa". En estas situaciones me desdoblo un poco, y me miro con un poco de vergüenza. Creo que por eso hay gente que me encuentra tonta. Estoy dándome cuenta que esa es gente que yo encuentro poco interesante, y no hago ningún esfuerzo en relacionarme de una forma satisfactoria para mí.

¿Porqué no puedo hablar de forma concisa? Dejando de lado las situaciones en que no puedo porque no me interesa hacer el esfuerzo, claro. Porque el esfuerzo lo tengo que hacer igual. ¿Porqué hablar no puede ser cómo escribir? Estas palabras las tipeo al mismo tiempo que las voy pensando, y en mi mente el texto ya está escrito. Es coherente. Cuando escribo en papel, la hoja es un desastre porque la velocidad de mi mano a penas logra plasmar las palabras que mi mente dicta. 

Storytime. No sé si siempre he sido así, o fue a partir de algún momento en mi infancia... pero en mi adolescencia fue difícil. Mi pololo de ese entonces me veía llorar, y yo no sabía cómo explicarle qué me pasaba. Claramente él se veía frustrado, asique implementamos una idea (… que saqué de un animé, pero ese no es el punto). Teníamos un diario compartido. Cada vez que nos veíamos, uno se quedaba con el diario, y escribía lo que le naciera. Algo cotidiano, cómo lo que hizo en el día, o alguna preocupación, emociones, ideas, sueños. De esta forma, y creo que la única forma, pude expresarme, y espero que él me haya entendido aunque sea un poco. 

A estas alturas de mi vida no puede ser que aún me cueste comunicarme. Por la chucha, ¿porqué?

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