Diario de vida.

17/08/2006

"Hoy día me corté el dedo con un espejo a propósito en clases (...). Siempre atento contra mí misma. (...) El otro día me hice varios tajos en la muñeca (...). En fin, estoy segura de que algún día empeoraré (...)."

Y tenías razón pequeña Male.

Me llamó la atención algo que me repitió y repitió esa noche. Cuando la gente se da cuenta de mis cicatrices, su reacción no es "¿Porqué?", si no "¿Por que tú?". ¿Por que yo? ¿Que tengo yo, que me debería impedir odiarme? Odio cuando me hacen cumplidos, por que no les creo ni una hueá. Es por pena. Es por mis brazos. 

Cada verano, es el mismo desafío. Luego de meses ocultas, muestro mis cicatrices. Brazos. Piernas. Tobillos. A veces me miran, pero ya no saco nada con ocultarlas. Son. Y serán. Y siguen siendo cada vez más. Pero... a veces pienso, en un futuro hipotético. Al ver mis cicatrices, some guy will run away? ¿Me rechazarán en pegas? Si es que tengo hijos, ¿Que les diré? "Cuando tu mamá era joven, le gustaba cortarse la piel, y lamer sus heridas; por que se sentía mejor haciendo eso que hablando."

Hace un rato me puse a llorar, pensando cosas así. Y me puse a escribir en mi diario de vida. Tanta mierda que hay en esas páginas, incluso manchadas con sangre... Al pie de página escribí: "¿Es por mis brazos, verdad?". Posiblemente. A veces, me gustaría destruir mi cuerpo. A veces lo odio. A veces, me gustaría saber que se siente ser alguien normal. Saber como me veo desde afuera...

Tengo que hacerme cargo de mí misma.