Mirarse todas las mañanas en el espejo; y no querer volver a comer. Y odiarse, y querer rajarse todo el cuerpo. Y querer llorar. Y no poder hacer nada al respecto por que no tienes tiempo ni energía para nada. Y sentir que nada de lo se hace es suficiente, y que todo anda mal.
Hola todas mis mañanas.
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