In Nowhereland.

Love is louder than self-harm.

domingo, 10 de enero de 2021

Mi 2021

Este año quiero enfocar todas mis energías en mi "tema" para este año: Creatividad y creación. Quiero enfocarme más en mis proyectos personales; que estos tomen forma y me hagan sentir realizada.

 


domingo, 10 de mayo de 2020

Amar mal.

Mis amigos me conocen, me han visto en todas las etapas de una relación amorosa con distintos tipos de hombres. La constante es la misma: soy yo quien ama mal.

Con amar mal me refiero a que soy la egoísta, que espera que su tiempo gire en torno a satisfacer mis necesidades. Soy la que ama poco, mi demostración efectiva tiene un límite. El amor me dura poco, me aburro rápido, y si ama mucho, me aterro. Soy hiriente, no mido mis comentarios o burlas. Exijo mucho y doy poco. Creo que dije hace poco, que enamorarse de mí es fácil, pero es difícil amarme.

Nunca he estado sola, siempre he dependido del otro para que me ame por él y por mí. No me amo, no me quiero siquiera. Me odio, eso lo tengo claro desde que tengo conciencia. ¿Porqué? ¿Crianza? En mi familia es raro demostrar afecto, es algo que incomoda creo yo. Jamás le he dicho a alguien de mi familia que los amo. ¿No lo he hecho porque no lo siento? ¿Se lo digo a mis parejas porque es lo socialmente esperado?

Me criaron individualista, con violencia normalizada. Sin amor propio, siempre a la sombra de un hermano que creí que amaban más porque valía más. Siento que valgo poco, que lo he que logrado en esta vida es lo esperable, lo mínimo, y sobre todo despreciable porque debido a mis privilegios tengo ventaja.

En mi mente siempre está la idea, tímida, de que todo estaría bien si me mato. Mis papás tienen otros hijos, mis amigos tienen otros amigos, mi pareja tendrá otra pareja, mis parientes más viejos morirán pronto o se les va a olvidar que existí.

Mi pareja me dijo que como espero poder amar a alguien si no me amo a mi misma. Tiene razón. Bajo ese marco, en realidad no tengo un concepto legítimo de qué es el amor, y por ende no debería decirle que lo amo. ¿Y qué hacer si él me ama demasiado, y resulta que yo en realidad no?

miércoles, 15 de abril de 2020

No sé si es la cuarentena, o mis demonios.

Siempre he tenido la duda entre lo que es ansiedad o depresión para una persona “normal”, respecto a cómo lo es para mi. Entiendo que el sufrimiento es algo subjetivo, pero no sé si las implicancias sean las mismas. En estas semanas de cuarentena está todo el mundo hablando acerca de la salud mental en estos tiempos de crisis. Que es normal sentirse agobiado, cansado, ansioso y deprimido. Que está bien y es normal estar triste, llorar y no tener energías. Que es normal. Es normal no estar bien en este contexto. Pero, y es aquí dónde siempre dudo, ¿si no estuviéramos en cuarentena esos comportamientos se considerarían preocupantes? ¿Tiene que haber forzosamente una causa-reacción?

Esto una duda que me ha carcomido siempre: cuál es el límite de lo aceptable socialmente, y lo preocupante médicamente, en torno a los sentimientos negativos. Quisiera poder entrar en la mente de la gente que comenta ligeramente “Ay me quiero morir”, “Estoy teniendo mucha ansiedad”, “Estoy súper deprimida”. Quiero poder comparar mi sensación de ansiedad y depresión con la del resto. Quiero comprobar que los deseos de morir son en realidad normales. Que mis pensamientos suicidas son comunes. Y de ser así, me cuesta comprender cómo el resto sigue.

Sigo un tratamiento psiquiátrico con fármacos, hago psicoterapia, pero al igual que muchísima gente. ¿Qué hace que mis problemas sean distintos, menos o más complejos que el resto? Tengo buenos momentos, estabilidad financiera y grupo de apoyo; pero a la vez me levanto todos los días pensando en que no tengo un propósito a largo plazo, que mi existencia es un trámite que tiene que ser resuelto y finalizado. Veo la vida como un trámite, trato de ver todo desde la perspectiva más fría y lógica posible, pero no puedo. Desgraciadamente, tengo sentimientos. No me gusta tener sentimientos, se apoderan de mi en circunstancias en que quisiera ser funcional y productiva. A veces estoy trabajando, y me detengo porque simplemente no quiero más. Fugazmente pienso en métodos de suicidio, trato de recordar dónde tengo mi navaja más filosa, dónde podrían pasar más disimulados mis cortes, si es que es aún muy temprano para un trago, o cinco. Pasan un par de segundos; trato de omitir mis pensamientos, ahogar las ganas de llorar, y seguir trabajando. Esas personas que sienten “ansiedad y depresión” en estos días, ¿Piensan eso? ¿Pasan por esto?

Y honestamente hablando, esto no es exclusivo de la cuarentena. Siempre ha sido así. Desde el colegio. Estoy sentada en mi puesto, durante una prueba. Estoy ansiosa, no recuerdo una respuesta. Vienen a mí pensamientos negativos, ideaciones suicidas… Me corto los dedos con una navaja escondida en mi estuche, y sigo con la prueba. La cuarentena… ¿Qué significa para mi la cuarentena?  No tengo ninguna preocupación respecto a la enfermedad. No tengo problema alguno en enfermarme o morir. Una lástima sí si es que infecto a alguien a quien sí le importe. Soy algo misántropa, por lo que no me angustia en lo más mínimo el numero de muertes. Es un favor para el planeta, y no sé si es realmente honesto cuando sigo que sería ideal que exterminara a la raza humana, pero creo que lo soy. Se habla también de la crisis económica, pero mi lugar de trabajo me da seguridad, no es un factor que me afecte a corto ni mediano plazo. En cuanto al aislamiento social, no sé realmente… soy una persona introvertida. No moriré si no puedo participar de eventos masivos. De por sí me comunico poco con otros, por lo que ha sido relativamente normal para mí.  Sí, extraño ver a mis papás y mi abuela, pero me causa simplemente pena. Es algo normal y manejable. (Ja. Algo que con certeza puedo decir que es normal). Y esto finalmente me lleva al encierro por cuarentena. Creo que esto me afecta un poco: la pérdida de control. Es eso, encierro. No veo el sol, no siento el sol. No sé qué día es, no sé qué hora es. No sé que fue ayer, ni qué es hoy. Los límites temporales y espaciales se difuminan, y estoy forzada a vivir en una nebulosa. El encierro, y tengo que admitir el factor social hace su parte, me tiene encerrada en mi misma.

No me preocupa lo que está pasando allá afuera, me preocupa que lo que está pasando afuera está creando la atmósfera para mi peor encierro. No tener el control, no tener certitud de nada, no tener conciencia clara del tiempo, de lo que es y no es… Me lleva atrás en el tiempo, a una época que no recuerdo. Me lleva a esos meses en que no sé que fue de mi. Me lleva a la peor época de mi vida, en dónde mi mejor defensa ante a los malos pensamientos y sentimientos negativos era una navaja. Esto un encierro a un “periodo regresivo”.

Antes de que partiera esto de la pandemia, en teoría me encontraba lo más estable que había estado en mucho tiempo. En terapia por fin pude sacar de mi el peor periodo de mi vida, y todo el abuso emocional y sexual que sufrí siendo adolescente. Estaba dispuesta a comenzar a abrir esas heridas, para desinfectar y curar como es debido. Fue como una caja de pandora, los demonios están afuera. No puedo devolverlos, no puedo cerrarla. Y ahora, estoy aislada, sin buenas herramientas para controlarlo. La única herramienta que logro recodar es la navaja.  

miércoles, 22 de enero de 2020

¿Qué me gusta de él?

Al comienzo no estaba muy segura, el sentimiento que crecía dentro de mí era tan implacable que no había espacio para razón. Tan implacable que me daba miedo. Más que buscar el porqué de mi enamoramiento, buscaba razones para huir. Soy de esas personas que evitan a toda costa ser felices.

Qué me gusta de él… Honestamente no me acuerdo bien de la primera impresión, pero el simple hecho que nos interesara vernos en persona, independiente de que nos llamara el lugar de reunión, indica que obviamente algo me gustó. Recuerdo vagamente que lo encontré atractivo, pero me encantó que realmente me escuchara. Él escucha, se interesa, quiere entender. Él había leído una parte de la corriente de conciencia que escribí estando deprimida, y para mi sorpresa lo encontró fascinante en lugar de chocante. Sentí que quería conocer mi historia, y eso hizo que me sintiera cómoda hablando con él. Paseamos, nos contamos anécdotas de infancia y miramos el atardecer frente al mal. No fue con intención romántica, pero me gustó poder ser auténtica con él recién habiéndolo conocido.

Al reencontrarnos años después, eso no había cambiado. Comencé a notar otras cosas en él; como lo bien que se ve de perfil y la forma idealista en que ve la vida. Lo bien que se siente abrazarlo debajo de las sábanas, y la forma en que me mira a los ojos. Dolió extrañarlo.

Me gusta que sea independiente y autosuficiente, y a la vez mantenga un apego familiar. Creo que es algo que quería encontrar, en base a malas experiencias personales. Fui muy dura con él respecto a su familia, pero al final es valoro como ha sobrellevado lo vivido. Su resiliencia, una fuerza que no sé si está consiente de tener. Es determinado, compasivo, bondadoso y comprensivo. Me gusta que sea tan sincero, aunque a veces se exceda. No tiene miedo a expresar lo que siente. Me gusta que proyecte una imagen tan confiada, aunque sé que en el fondo tiene inseguridades. Me gusta que sea de espíritu ligero, puede que su sentido de humor sea infantil a veces, pero me hace reír y me hace sentir que el mundo no es tan terrible. Es preocupado y detallista, aunque también despistado.

Me encanta que sea tan apasionado en cuanto a su visión del mundo. La importancia que le da a la acción de crear, su necesidad de comunicar, su mente inquieta. Me gusta lo que ha provocado en mí, que me motivara a hacer algo más con mi vida que solo trabajar. Me gusta que crea tanto en mi, me hace querer ser mejor, y ser más bondadosa conmigo misma. Me gusta que sepa cómo ayudarme a entender mis emociones, y que me contenga. Me gusta su espontaneidad y su disposición a experimentar cosas juntos; que nos acompañemos. A conciertos, bailar, protestar, a tomar, ir al cine o a lo que venga. Me encantó que me invitara a leer a la plaza, porque en el fondo me gusta de él que valore leer.  Me gusta que nos acompáñenos, no que seamos dependientes. También me encanta su facilidad para integrarse, especialmente con mis distintos grupos de amigos.

Me encanta nuestra química, que todo calce tan bien. Al comienzo nos unió una coincidencia inesperada, y en la marcha han surgido algunas más; creo que tener experiencias similares a otra persona hace que uno se una. Además nuestras personalidades de complementan, y nuestro deseo de uno por el otro se iguala.

lunes, 30 de diciembre de 2019

2020 - parte dos

Lo anterior fue en realidad un balance de las metas del año pasado. 
Este año espero algo distinto:



  1. Kickboxing: Constancia al entrenar, mejorar mi técnica en pelea y lograr controlar los momentos en que me ahogo por pánico para poder competir.

  2.  Laboral: Adaptarme a mi nuevo espacio de trabajo, aprender y crecer. Ganar confianza además de conocimiento.

  3. Lectura: Cumplir la meta de 24 libros, pero de forma más inteligente. Dejando ir lo que no me aporta, y enfocarme también en analizar/estudiar.

  4. Crear: Atreverme más a crear, ya sea dibujando, escribiendo, diseñando, programando; lo que sea.

  5. Self Care: No me cuidé lo suficiente y toqué fondo reflejándose en comportamientos dañinos. Tengo que darme más espacio para estar tranquila.

  6. Conciencia: Hace un par de meses las cosas cambiaron. Quiero seguir formar parte de esta revolución social, y sobre todo estar bien informada para las elecciones del próximo año.

  7. Amigos: Mi grupo más cercano se fue deshaciendo, y quiero retomar lazos que tengo abandonados.

  8. Naturaleza: Necesito más espacios de desconexión, salir, respirar. Sur.

  9. Viajes: Quiero viajar a otros países, y quiero que lo hagamos juntos.

2020 - parte uno

El año pasado hice un "visión board", para graficar mis metas para este año que ya termina. Hay algunas que cumplí, otras no... pero oh boy, it was hell of a ride. Si a comienzo de año alguien me hubiese dicho si situación actual, me habría costado creerlo.






1- "Be confident, train hard to get my brown belt on kickboxing." ✔️

Entrené duro, y tengo mi cinturón café. Este año también intenté competir, pero por distintas razones no se pudo... dentro de todo, fue una de las metas más claras, y se sintió super bien lograrlo. Ir a entrenar es un espacio que necesito para liberar toda la mierda. Y fue muy nanai que me premiaran como mejor examen.
  • 2020: Este año quiero entrenar más enfocada en esta nueva meta: mejorar mi técnica en pelea, prepararme mentalmente para no entrar en pánico cuando me siento encerrada, y competir. Y seguir avanzando hacia el cinturón negro... es un camino largo.



2- "Get more practical knowledge on my field. I want to be more confident at what I do for a living."

Fue un año complicado en la pega. Fui teniendo cada vez menos pega, porque nos quedamos sin proyectos nuevos. Esto obviamente limitó las posibilidades de poner en práctica cosas que fui estudiando durante el año.
  • 2020: En enero parto un nuevo trabajo, y la idea para los primeros meses es ser "mentoreada" por el UX Lead de la empresa. Observar, aprender y aplicar, estoy demasiado emocionada.



3- "Be more independent and proactive at work. I want to be listened and in charge."

Lo mismo... sin proyectos, y más encima con un equipo nuevo me empezó a quitarme la pega, y no me escuchaban y tenían en consideración las que les decía, fue todo penca.
  • 2020: Nuevo trabajo. Después de los primeros meses, voy a estar a cargo de un proyecto, junto a un equipo. Ojalá me la pueda, y todo salga bien.



4- "Be better at managing my money, not buying all I want just because I can. I want to invest it on things like traveling." ✔️

Después de haber viajado a Europa, haberme mudado, haber estado cesante por dos meses, y aún así tener ahorros considerables, creo que lo hice bien.
  • 2020: Tengo lo suficiente para poder viajar, pero de todas formas tengo que seguir ahorrado... aunque no tenga realmente un fin claro (no necesito pagar algún pie de departamento, o un auto).



5- "Mental health. Make progress at therapy and lower my meds." ✔️❌

Después de más de un año en psicoterapia, recién me siento cómoda hablando, y estoy empezando a sacar mis temas complicados. Antes mis temas principales eran los constantes problemas con mi ex y cosas en el trabajo. Ambas cosas cosas me explotaron en la cara este año, y ya las logré resolver. Eso dejó el camino abierto para hablar de mis problemas familiares, temas de infancia, crisis existenciales, y otros traumas varios que todavía no quiero tocar. Ya que me descompensé pal pico, me mantuvieron las dos altas, sumando más ansiolíticos.
  • 2020: Seguir con el trabajo que estoy logrando en psicoterapia, y ojalá no aumentar las dosis o añadir otros fármacos. Yay.



6- "Reach my reading goal of 24 books."

Avancé más que el año pasado, pero de todas formas no lo logré. Me costó encontrar libros que me motivaran a terminar, pero ya decidí que no voy a forzarlo. Si no me gustó, lo dejo de lado (idealmente donarlo).
  • 2020: Misma meta, distinto aproach. Voy a hacer una lista de los libros que en verdad verdad me motivan, y trataré de armar algún plan para cumplir con los 2 libros mensuales (ej. hacer pares de uno largo y otro más corto por mes)



7- "Travel. I'm really bad at traveling, I need to be in control and I panic easily with "spontaneous travels". I have to step outside my comfort zone." ✔️

Fue un caos, pero resultó. Out of nowhere una amiga me invitó a acompañarla a un viaje por Europa por tres semanas. Al comienzo m dio pánico, en una parte por el viaje, por otro lado viajar con ella ya que hasta entonces no habíamos convivido de ninguna forma. En resumen, la parte con ella no funcionó, pero en los momentos en que anduve sola, o tuve que hacerme cargo me sentí muy bien.
  • 2020: Tengo los ahorros, tengo las ganas, tengo vacaciones negociables. A pensar en destinos!



8- "Be in contact with nature. I love camping and outdoors, but it's been a while. It clears my mind."

No pasó nada con eso. Osea, fuera de los momentos en que fui a Pingueral a escaparme un rato no hice nada más. A shame...
  • 2020: De todas formas más Pingueral y Coliumo, y ojalá alguna escapada a un cerro o acampar.



9- "Be more kind, specially with my partner. I tend to be emotionally unavailable." ❌✔️

Esto me explotó muy fuerte en la cara. Durante el último año me focé a tratar de arreglar algo que no tenía arreglo, solamente significó agote emocional y sentimiento de culpa. Era pesada porque estaba harta, no era para nada lo que yo quería en una relación. Terminamos y me mudé, y fue lo mejor que me pudo haber pasado.
  • 2020: Estoy en una nueva relación, y estoy demasiado feliz. Hay un par de metas que podemos cumplir juntos. Estoy tratando de hacer las cosas bien.


martes, 17 de diciembre de 2019

Fotografías.

Estaba ordenando fotografías viejas, y encontré dos cosas interesantes:

1 - Cuando chica me odiaba. Hay varias fotos mías en las que rayé o rompí mi cara. Es algo a lo que mis papás no le dieron peso (limpiaron las fotos, pero no me preguntaron nada)... Supongo que no fue raro que después me empezara a cortar.



2 - Cuando adolescente, un pololo me cagó, y fue uno de sus mejores amigos el que me contó. Cuando lo confronté, él me mintió y me dijo que era su amigo el que estaba mintiendo. Me dijo que no le hablara y no me volviera a juntar con su amigo. Me hizo quemar una foto que tenía con él (y lo grabó), y cortarlo de una foto con más amigos. Es un ejemplo de lo enfermo, manipulador y mentiroso que era él. 




miércoles, 11 de diciembre de 2019

Frustración.

Me estoy dando cuenta que no estoy acostumbrada a la espera y el rechazo. Ni en mi vida académica, amorosa o profesional.

En general cuando me he propuesto algo, lo consigo sin muchos pasos o esfuerzo involucrado. El punto es que, uno: en general no suelo proponerme metas, dos: me contento con lo que primero resulta. Si uno apunta bajo, claro, estás acostumbrado a lo inmediato. No hablo de mediocridad, pero sí del límite base. Mis primeros trabajos los conseguí en un par de días, mis parejas me buscaron a mí y dije sí sin hacer ningún esfuerzo. 

Ahora me encuentro en una situación que me incómoda y angustia de cierta forma. Tengo la presión de encontrar un nuevo trabajo, pero ahora al igual que en mi vida amorosa actual, quiero yo poder elegir. Elegir algo que en realidad quiera, en lo que realmente crea, que me haga crecer, que me apasione. No quiero más conformarme con la primera oferta que muestre interés, sin yo sentir lo mismo. Supongo que un buen trabajo es como una relación, tiene que ser mutuo.

Está está empresa que tengo vista hace meses, en la que en verdad verdad quiero trabajar. Por miedo y otras excusas no postulé antes, y hoy caí en cuenta que una conocida obtuvo el puesto. He enviado ya dos postulaciones, y no he tenido noticias... Asique le hablé, no tengo nada que perder, y ojalá mucho que ganar. Dijo que mañana va a hablar con la jefa y con reclutamiento, me pidió ni currículum... Es imposible no generarse expectativas, sin importar lo mucho que lo intente. Creo que este año, por primera vez (que yo sea conciente, en todo caso) me aterra esperar, y pensar que la respuesta va a ser un "no". Cuando algo realmente te importa corres el riesgo de que te ropa el corazón. 

Suena exagerado aplicar esa frase a una postulación a un trabajo... Pero es algo que aplica a mi vida en general este año. Han habido cosas que he querido, que he temido no obtener. 

Estoy ansiosa, tengo miedo, tengo pena. Quiero ese trabajo. Quiero estar bien, estable, llenar ese vacío de miedo vocacional. La vida no es sólo trabajar, pero habiendo estado un mes sin hacerlo, me hace valorar la capacidad de dedicarse diariamente a algo que te apasiona. 

sábado, 7 de diciembre de 2019

¿Por qué no puedo hablar?

No entiendo por qué me cuesta tanto hilar palabras al hablar. Olvido la palabra precisa, me atropello, pierdo el hilo. Antes siquiera de abrir la boca pienso que no vale la pena intentarlo. No logro transmitir lo que en realidad quiero decir, y de igual forma subestimo al receptor. Doy por sentado que no me va a entender, sin importar si logro armar alguna frase coherente. Prefiero no hablar.

Callo por distintas razones. Callo porque no he logrado darle una forma concreta y recitable a lo que estoy pensando. Callo porque tengo claro lo que quiero decir, pero no he logrado filtrarlo lo suficiente para que no resulte cruel. Callo porque no me interesa la conversación. Me resulta tan banal lo que me dicen, que no vale la pena hacer el esfuerzo de inventar algo para seguir la corriente.

Cuando me pasa esto último, al tratar de bajarme a su nivel, termino diciendo algo que en realidad no pienso. Digo lo que creo que es lo que la otra persona espera escuchar de mí. Un "oh sí, que interesante. Voy a insertar aquí una anécdota que se ajusta al tema de la conversación que quieres llevar a cabo. Pero esta anécdota la estoy contando sumamente mal porque es lo primero que se me ocurrió para llenar un vacío, y que tú puedas continuar hablando acerca de algo que no me interesa". En estas situaciones me desdoblo un poco, y me miro con un poco de vergüenza. Creo que por eso hay gente que me encuentra tonta. Estoy dándome cuenta que esa es gente que yo encuentro poco interesante, y no hago ningún esfuerzo en relacionarme de una forma satisfactoria para mí.

¿Porqué no puedo hablar de forma concisa? Dejando de lado las situaciones en que no puedo porque no me interesa hacer el esfuerzo, claro. Porque el esfuerzo lo tengo que hacer igual. ¿Porqué hablar no puede ser cómo escribir? Estas palabras las tipeo al mismo tiempo que las voy pensando, y en mi mente el texto ya está escrito. Es coherente. Cuando escribo en papel, la hoja es un desastre porque la velocidad de mi mano a penas logra plasmar las palabras que mi mente dicta. 

Storytime. No sé si siempre he sido así, o fue a partir de algún momento en mi infancia... pero en mi adolescencia fue difícil. Mi pololo de ese entonces me veía llorar, y yo no sabía cómo explicarle qué me pasaba. Claramente él se veía frustrado, asique implementamos una idea (… que saqué de un animé, pero ese no es el punto). Teníamos un diario compartido. Cada vez que nos veíamos, uno se quedaba con el diario, y escribía lo que le naciera. Algo cotidiano, cómo lo que hizo en el día, o alguna preocupación, emociones, ideas, sueños. De esta forma, y creo que la única forma, pude expresarme, y espero que él me haya entendido aunque sea un poco. 

A estas alturas de mi vida no puede ser que aún me cueste comunicarme. Por la chucha, ¿porqué?

jueves, 5 de diciembre de 2019

Abusos sexuales.

No me atrevo a "funar" en redes sociales, ni menos a dar nombres, pero necesito sacar esto de mi sistema. Estas son las experiencias de mierda por las pasé y he tenido que reprimir, porque la sociedad es así. 

1- A los 14 años mi pololo me bajó el escote de la polera para lamer mis pechugas expuestas durante una fiesta de colegio, sin mi consentimiento. Estaba asustada y no supe como impedirlo.

2- Este mismo pololo me obligó a masturbarlo mientras él me masturbaba, en un espacio público. Tampoco supe cómo impedirlo, no lo disfruté. Sólo podía pensar en que se terminara rápido. Esa noche se lo conté a unas amigas esperando que me dijeran algo como que lo que él hacía estaba mal y me alejara. Pero nadie dijo nada, y creo que lo intenté normalizar en mi mente. Durante ese pololeo mantuvo esa actitud de manoseos o sexo en lugares públicos, a pesar de que yo me sentía incómoda.

3- Durante el pololeo cedía varias veces a tener relaciones por miedo a que se enojara. A veces lloraba mientras teníamos sexo, ante los cuál él a veces paraba, más que por incómodas que por preocupación. A ve es lloraba después. Nunca me agredió físicamente, pero sí psicológicamente. Tenía muchos ataques de irá y celos. Me revisaba el celular, el mail, se hacía pasar por algún amigo o su hermana chica en el chat para sacarme información. Era manipulador y controlador. Hacia show si hablaba con algún hombre, siendo que él me fue infiel cuando estábamos saliendo y durante nuestro pololeo.

4- Al terminar con este pololo, difundió nuestros videos teniendo sexo y fotos mías. Un amigo me lo contó, porque él fue una de las personas a las que se las mostró.

5- En la universidad un compañero se aprovechó de que íbamos a compartir y taxi y yo estaba muy ebria. Me empezó a besar a pesar de que yo le decía que parara, y además yo le recordaba que tiene polola. El se justificaba diciendo que yo le gustaba desde antes que ella. Cuando bajé del taxi porque llegué a mi casa, él se bajó conmigo. Cuando me acerqué al portón del condominio para entrar, él me bajó los pantalones, me tiró al suelo y me hizo sexo oral sin mi consentimiento. Le pedí que parara, no lo hizo. Recuerdo haberme levantado como pude, y entrar al condominio. Un par de años más tarde lo confronté, pero no reconoció haber hecho nada malo.

6- En estado de ebriedad, un conocido (con el que había tenido sexo anteriormente, pero le aclaré que no quería volver a salir con él) se ofreció a llevarme a mi casa porque yo andaba en mi auto y no podía manejar. Al llegar, no tengo muchos recuerdos. Sólo sé que traté de escapar del auto, porque cuando traté de abrir la puerta sonó la alarma. Me contaron más tarde que él andaba contando que le hice sexo oral. No tengo recuerdos de que eso sucediera, pero un amigo que nos siguió en otro auto para que él se pudiera devolver dijo que vió que pasó.

7- Este mismo conocido en una fiesta al irme me acorraló para que le diera un beso, y él en ese momento él tenía polola. Yo lo rechazaba y trataba de huir. Menos mal llegó un amigo a sacarme de ahí. En base a lo sucedido, le conté a una amiga (que es cercana a la polola del sujeto) para saber qué hacer. Si es que le contaba a su polola o no. Ella no me creyó. Creyó la versión de él, que fui yo la que se le tiró. Nuevamente manchó mi reputación en ese círculo de amigos, del cual tuve que alejarme.